En este Post exploraremos aquellos caminos que nos ayudan a vivir una experiencia más consciente que nos permite comenzar la maternidad más conectadas con nuestras necesidades y la de nuestros hijos.

Voy a partir explicando cuál es el significado que más me gusta sobre parto consciente.

Se trata de estar en el presente, conectada con el aquí y el ahora, llevando tu atención de manera amable hacia lo que está sucediendo dentro de ti.

Esto implica necesariamente una conexión con nuestro cuerpo, una liberación de nuestra mente y de sus juicios y salir de nuestros automatismos.

Un parto consciente nos lleva a conectar con el presente, sin querer cambiarlo, sin expectativas, simplemente nos abrimos a vivir y explorar lo que está sucediendo.

¿Cómo hacemos para vivirlo de esta manera si en general vivimos nuestras vidas en piloto automático?

La respuesta es simple y compleja a la vez. Intentamos vivir una gestación consciente, practicando una y otra vez la conexión con el cuerpo, el cuidado de nuestra mente, dándonos espacios para sentir nuestras emociones y experimentar el silencio y la contemplación.

Parece ser una tarea titánica el detenernos y bajarnos de esta rueda que no para nunca.

Pero existen alternativas, la de ir poco a poco sumergiéndonos en nosotras mismas para descubrir nuevos estados del ser que nos van a dar una nueva visión de quienes realmente somos y del mundo.

Un nuevo estado que nos permita entrar en conexión con un mundo más sutil y amoroso. Un espacio interno donde podemos entender nuestras necesidades y la de nuestros hijos. Un nuevo escenario donde nos enfrentamos con confianza, curiosidad y apertura ante lo incierto y desconocido.

Vamos aterrizando ahora todas estas palabras que suenan lindas, pero que no sabemos cómo traducir en acciones y actitudes.

AUTOINDAGACIÓN

La herramienta más poderosa para hacernos más conscientes en la gestación y en la vida en general es la autoindagación, esa capacidad para mirar hacia adentro y ver lo qué nos pasa.

Este es el punto de partida para darnos cuenta, reflexionar y usar este espacio interno, la consciencia, para convertirnos en las observadoras de nuestra experiencia humana.

Los caminos de autoindagación son múltiples y diversos: algunos de los más conocidos: el yoga, la meditación, las terapias psicológicas, somáticas, los caminos biográficos y tanto más.

Este viaje interno, a ratos angustiante y en otros momentos, luminoso, nos permite conocernos más profundamente en todos los niveles, entender porque actuamos, pensamos, sentimos y somos como somos, para asi tomar las riendas de nuestra vida.

Una de las frase del médico, psiquiatra y psicólogo suizo Carl Jung que mejor retrata este viaje interior es esta: “uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz, sino haciendo consciente la oscuridad”, es decir, abriéndonos a todo aquello que está oculto y no sabemos sobre nosotras mismas.

TRABAJO DE AUTOINDAGACIÓN

Muchos caminos nos llevan a Roma. Cada una de nosotras vivirá el viaje interior que más resuene con su alma. Estas son sólo algunas sugerencias y recomendaciones en caso que no sepas hacia dónde ir o por donde comenzar.

A nivel corporal:

Concretamente comenzar a escuchar al cuerpo, todo lo que sea trabajo corporal con más consciencia como el yoga prenatal ,  el baile del vientre o danza árabe nos ayuda a conectar con nuestras necesidades y las de nuestros hijos, a poder expresarnos libremente y cuidarnos amorosamente. Incorporar la respiración consciente y la meditación.

A nivel mental:

Entender cómo es realmente el proceso fisiológico del parto y cuáles son tus capacidades para atravesarlo. Comprender qué factores apoyan y cuáles obstaculizan este proceso. Indagar acerca de tus creencias y reprogramarlas o fortalecerlas. Aprender cómo funciona nuestra mente y emociones. Trabajar la atención plena.

A nivel emocional:

Dar espacio a todas tus emociones, darte permiso para sentir y activar tu laboratorio interno. Aprender a cultivar las hormonas del amor y del placer. Crear tu circulo de protección y confianza. Conectar con tu niña interior y sanar tus heridas de la infancia. Cultivar el amor propio y la autocompasión. Incorporar la relajación profunda.

A nivel espiritual:

Regalarte diariamente espacios de silencio y contemplación. Conectar con la naturaleza. Practicar rezos, mantras o versos. Encontrar tu propia forma de conectar con lo divino que hay en ti. Integrar la meditación.

A nivel anímico:

Conectar a diario con la gratitud, priorizar el autocuidado en tu vida: aprender a poner límites sanos, llevar un journaling, hacer terapia, cuidar la alimentación y cultivar hábitos sanos que te den equilibrio y paz interior.

 UN POTENCIAL DE EXPANSIÓN

¿Por qué es tan importante hacer este trabajo consciente en esta etapa de la vida?

Porque estamos viviendo una de las etapas de mayor expansión que puede vivir un ser humano: el proceso de crear y desarrollar vida dentro de nosotras.

¿Acaso hay algo que se pueda igualar a este momento de tanta magia y potencia?

Un ser humano que se convierte en dos, que se transforma en el hogar de otro ser.

Si esto no nos impresiona es que realmente nos hemos perdido en una matrix que no nos deja sorprendernos y maravillarnos ante este milagro.

Todo lo que sucede en la gestación y el parto es asombroso.

Todas tus capacidades naturales, tu potencial de expansión y tu transformación en todos los niveles.

Comprender esto, nos ayudará a impulsar un camino consciente y compasivo de autoindagación donde pongamos nuestro cuidado mental-fisico-emocional y espiritual y el de nuestros hijos al centro , como eje de nuestro actuar.

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